Mientras comían, les dijo:
—Les aseguro que uno de ustedes me va a traicionar.
Ellos se entristecieron mucho, y uno por uno comenzaron a preguntarle:
—¿Acaso seré yo, Señor?
—El que mete la mano conmigo en el plato es el que me va a traicionar—respondió Jesús—. A la verdad el Hijo del hombre se irá, tal como está escrito de él, pero ¡ay de aquel que lo traiciona! Más le valdría a ese hombre no haber nacido.
Matthew 26:21–24