Entonces la madre de Jacobo y de Juan, junto con ellos, se acercó a Jesús y, arrodillándose, le pidió un favor.
—¿Qué quieres?—le preguntó Jesús.
—Ordena que en tu reino uno de estos dos hijos míos se siente a tu derecha y el otro a tu izquierda.
—Ustedes no saben lo que están pidiendo—les replicó Jesús—. ¿Pueden acaso beber el trago amargo de la copa que yo voy a beber?
—Sí, podemos.
—Ciertamente beberán de mi copa—les dijo Jesús
Matthew 20:20–28