No lleven oro ni plata ni cobre en el cinturón, ni bolsa para el camino, ni dos mudas de ropa, ni sandalias, ni bastón; porque el trabajador merece que se le dé su sustento.
»En cualquier pueblo o aldea donde entren, busquen a alguien que merezca recibirlos, y quédense en su casa hasta que se vayan de ese lugar. Al entrar, digan: “Paz a esta casa.” Si el hogar se lo merece, que la paz de ustedes reine en él; y si no, que la paz se vaya con ustedes. Si alguno no los recibe
Matthew 10:9–15