el sumo sacerdocio lo ejercían Anás y Caifás. En aquel entonces, la palabra de Dios llegó a Juan hijo de Zacarías, en el desierto. Juan recorría toda la región del Jordán predicando el bautismo de arrepentimiento para el perdón de pecados. Así está escrito en el libro del profeta Isaías:
«Voz de uno que grita en el desierto:
“Preparen el camino del Señor,
háganle sendas derechas.
Todo valle será rellenado,
toda montaña y colina será allanada.
Los caminos torcidos se enderezarán,
Luke 3:2–10