Pero luego, cuando encendieron una fogata en medio del patio y se sentaron alrededor, Pedro se les unió. Una criada lo vio allí sentado a la lumbre, lo miró detenidamente y dijo:
—Éste estaba con él.
Pero él lo negó.
—Muchacha, yo no lo conozco.
Poco después lo vio otro y afirmó:
—Tú también eres uno de ellos.
—¡No, hombre, no lo soy!—contestó Pedro.
Como una hora más tarde, otro lo acusó:
—Seguro que éste estaba con él; miren que es galileo.
—¡Hombre, no sé de qué
Luke 22:55–62