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La Biblia de las Américas
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Daniel en el foso de los leones

1Le pareció bien a Darío constituir sobre el reino ciento veinte sátrapas que gobernaran en todo el reino,

2 y sobre ellos, tres funcionarios (uno de los cuales era Daniela) a quienes estos sátrapas rindieran cuenta, para que el rey no fuera perjudicadob.

3 Pero1 este mismo Daniel sobresalía entre2 los funcionarios y sátrapas porque había en él un espíritu extraordinarioa, de modo que el rey pensó ponerlo sobre todo el reinob.

4 Entonces los funcionarios y sátrapas buscaron un motivo para acusara a Daniel con respecto a los asuntos del reino; pero no pudieron encontrar ningún motivo de acusación ni evidencia alguna de corrupción, por cuanto él era fiel, y ninguna negligencia ni corrupción podía hallarse en élb.

5 Entonces estos hombres dijeron: No encontraremos ningún motivo de acusación contra este Daniel a menos que encontremos algo contra él en relación con la ley de su Diosa.

6 Estos funcionarios y sátrapas, de común acuerdo1, fueron entonces al rey y le dijeron así: ¡Rey Darío, vive para siemprea!

7 Todos los funcionarios del reino, prefectos, sátrapas, altos oficiales y gobernadoresa, han acordado que el rey promulgue un edicto y ponga en vigor el mandato de que cualquiera que en el término de treinta días haga petición a cualquier dios u hombre fuera de ti, oh rey, sea echado en el foso de los leonesb.

8 Ahora pues, oh rey, promulga el mandato y firma el documento para que no sea modificado, conforme a la leya de los medos y persas, que no puede ser revocada1b.

9 Por tanto, el rey Darío firmó el documento, esto es, el mandatoa.

10 Cuando Daniel supo que había sido firmado el documento, entró en su casa (en su aposento superior tenía ventanas abiertas en dirección a Jerusaléna), y como1 lo solía hacer antes, continuó arrodillándose tres veces al díab, orandoc y dando graciasd delante de su Dios.

11 Entonces estos hombres, de común acuerdo1, fueron y encontraron a Daniel orando y suplicando delante de su Diosa;

12 por lo cual se presentaron ante el rey y le hablaron tocante al mandato real: ¿No firmaste un mandato que cualquier hombre que en el término de treinta días hiciera petición a cualquier dios u hombre fuera de ti, oh rey, fuera echadoa en el foso de los leones? El rey respondió, y dijo: La orden1 es cierta, conforme a la ley de los medos y persas, que no puede ser revocada2b.

13 Entonces ellos respondieron y dijeron al rey: Daniel, que es uno de los deportados1 de Judáa, no te hace caso, oh reyb, ni del mandato que firmaste, sino que tres veces al día hace su oración.

14 Al oír estas palabras, el rey se afligió muchoa y se propuso librar a Daniel; y hasta la puesta del sol estuvo buscando la manera de librarlo.

15 Entonces aquellos hombres vinieron de común acuerdo1 al rey y le dijeron2: Reconoce, oh rey, que es ley de los medos y persas que ningún mandato o edicto que el rey establezca, puede ser revocadoa.

16 El rey entonces dio órdenes que trajeran a Daniel y lo echaran en el foso de los leonesa. El rey habló a Daniel y le dijo: Tu Dios, a quien sirves con perseverancia, Él te libraráb.

17 Trajeron una piedra y la pusieron sobre la boca del foso; el rey la sellóa con su anillo y con los anillos de sus nobles, para que nada pudiera cambiarse de lo ordenado en cuanto a Daniel.

18 Después el rey se fue a su palacio y pasó la noche en ayunoa; ningún entretenimiento fue traído ante él y se le fue el sueñob.

19 Entonces el rey se levantó al amanecer, al rayar el alba, y fue a toda prisa al foso de los leones.

20 Y acercándose al foso, gritó a Daniel con voz angustiada. El rey habló a Daniel y le dijo: Daniel, siervo del Dios viviente, tu Dios, a quien sirves con perseverancia, ¿te ha podido librar de los leonesa?

21 Entonces Daniel respondió al1 rey: Oh rey, vive para siemprea.

22 Mi Dios envió su ángela, que cerró la boca de los leonesb, y no me han hecho daño alguno porque fui hallado inocente1 ante Él; y tampoco ante ti, oh rey, he cometido crimen alguno.

23 El rey entonces se alegró mucho y mandó sacar a Daniel del foso. Cuando Daniel fue sacado del foso, no se encontró en él lesión algunaa, porque había confiado en su Diosb.

24 El rey dio órdenes que trajeran a aquellos hombres que habían acusado falsamentea a1 Daniel, y que los echaran, a ellos, a sus hijosb y a sus mujeres en el foso de los leones. No habían llegado aún al fondo del foso, cuando ya los leones se habían apoderado de ellos y triturado todos sus huesos.

25 Entonces el rey Darío escribió a todos los pueblos, naciones y lenguas que habitaban en toda la tierraa: Que abunde vuestra paz1b.

26 De parte mía se proclamaa un decreto de que en todo el dominio de mi reino todos teman y tiemblen delante del Dios de Danielb,

porque Él es el Dios viviente que permanece para siempre,

y su reino no será destruidoc

y su dominio durará para siempre1d.

27 Él es el que libra y rescata, hace señales y maravillasa

en el cielo y en la tierra,

el que ha librado a Daniel del poder1 de los leones.

28 Y este mismo Daniel prosperó durante el reinado de Darío y durante el reinado de Ciroa el Persab.

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Reconociendo la crítica necesidad de una traducción exacta de la Biblia, y en un español contemporáneo, Lockman Bible Ministries, a través del departamento de traducciones, ha producido La Biblia de las Américas®, la cual es una traducción de los idiomas originales de las Escrituras y presenta la Palabra de Dios en forma clara y comprensible; por tanto, fácil de leerse y de ser entendida por todos, además de ser muy conveniente para estudios bíblicos serios.

LITERAL: Porque es traducida directamente del hebreo, arameo y griego al español, tomando en cuenta cada palabra en estos idiomas originales. La Biblia de las Américas® traduce (no interpreta) el sentido de las palabras de los idiomas originales. Por eso, Ud. puede leerla con la seguridad y convicción de que está leyendo la PALABRA DE DIOS.

CONFIABLE: Porque se tradujo literal y objetivamente. Ud. puede confiar que en el español se representan con exactitud y claridad las palabras de los idiomas originales. LBLA® es la primera Biblia en español que fue producida por un equipo internacional e interdenominacional de eruditos evangélicos de varios países de América Latina y también de España y los Estados Unidos. Se terminó en 1986 después de quince años de ardua labor. The Lockman Foundation, que produjo LBLA® , es conocida en el campo bíblico como un líder en la producción y publicación de Biblias fieles a los idiomas originales.

FÁCIL DE LEER: Porque se han observado las reglas de la gramática española moderna en un estilo ágil y ameno en un texto de alta calidad literaria y sumamente comprensible. Esta versión se ha producido con la firme convicción de que las Sagradas Escrituras, según fueron escritas originalmente en hebreo, arameo y griego, fueron inspiradas por Dios, y son de provecho para la formación integral del cristiano. Puesto que las Escrituras son la eterna palabra de Dios, hablan siempre con renovado poder a cada generación para dar sabiduría que lleva a la salvación en Cristo, equipando al creyente para disfrutar de una vida abundante y feliz en la tierra, y constituyéndolo en testimonio viviente de la verdad para la gloria eterna de Dios.

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