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La Biblia de las Américas
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Dedicación del templo

aEntonces Salomón dijo:

El Señor ha dicho que Él moraría en la densa nube.

2 Yo, pues, te he edificado una casa majestuosa,

un lugar donde mores para siempre.

3 Después el rey se volvió1 y bendijo a toda la asamblea de Israel, mientras toda la asamblea de Israel estaba de pie,

4 y dijo: Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que habló por su boca a mi padre David y por su mano lo ha cumplido, cuando dijo:

5 «Desde el día en que saqué a mi pueblo de la tierra de Egipto, no escogí ninguna ciudad de entre todas las tribus de Israel en la cual edificar una casa para que estuviera allí mi nombre, ni escogí a hombre alguno por príncipe sobre mi pueblo Israel;

6 mas escogí a Jerusaléna para que mi nombre estuviera allí, y escogí a David para que estuviera sobre mi pueblo Israelb».

7 Y mi padre David tuvo en su1 corazón edificar una casa al nombre del Señora, Dios de Israel.

8 Pero el Señor dijo a mi padre David: «Por cuanto tuviste en1 tu corazón edificar una casa a mi nombre, bien hiciste en desearlo en2 tu corazón.

9 »Sin embargo, tú no edificarás la casa, sino que tu hijo que te nacerá1, él edificará la casa a mi nombre».

10 Ahora el Señor ha cumplido la palabra que había dicho; pues yo me he levantado en lugar de mi padre David y me he sentado en el trono de Israel, como el Señor prometió1, y he edificado la casa al nombre del Señor, Dios de Israel.

11 Y he puesto allí el arca, en la cual está el pacto que el Señor hizo con los hijos de Israela.

12 Entonces Salomón se puso delante del altar del Señor en presencia de toda la asamblea de Israel y extendió las manos1.

13 Porque Salomón había hecho un estradoa de bronce de cinco codos1 de largo, cinco codos de ancho y tres codos de alto, y lo había puesto en medio del atrio; se puso sobre él, se hincó de rodillas en presencia de toda la asamblea de Israel y extendiendo las manos2 al cielob,

14 dijo: Oh Señor, Dios de Israel, no hay Dios como tú ni en el cielo ni en la tierraa, que guardas el pacto y muestras misericordiab a tus siervos que andan delante de ti con todo su corazón;

15 que has cumplido1 con tu siervo David mi padre lo que le prometiste2; ciertamente has hablado con tu boca y lo has cumplido con tu mano, como sucede hoya.

16 Ahora pues, oh Señor, Dios de Israel, cumple1 con tu siervo David mi padre lo que le prometiste2, diciendo: «No te faltará quién3 se siente en el trono de Israel, con tal que tus hijos guarden sus caminos para andar en mi ley como tú has andado delante de mía».

17 Ahora pues, oh Señor, Dios de Israel, que se cumpla la palabra que hablaste a tu siervo David.

18 Pero, ¿morará verdaderamente Dios con los hombres en la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielosa no te pueden contener, cuánto menos esta casa que yo he edificadob.

19 No obstante, atiende a la oración de tu siervo y a su súplica, oh Señor Dios mío, para que oigas el clamor y la oración que tu siervo hace1 delante de ti.

20 Que tus ojos estén abiertos día y nochea sobre1 esta casa, sobre1 el lugar del cual has dicho que pondrías2 allí tu nombre, para que oigas la oración que tu siervo hará3 sobre1 este lugarb.

21 Y escucha las súplicas de tu siervo y de tu pueblo Israel cuando oren hacia este lugar; escucha tú desde el lugar de tu morada, desde los cielos; escucha y perdonaa.

22 Si alguno peca contra su prójimo, y se le exige juramento1, y viene y jura delante de tu altar en esta casa,

23 escucha tú desde los cielos y obra y juzga a tus siervos, castigando1 al impío, haciendo recaer su conducta sobre su cabeza, y justificando al justo dándole conforme a su justiciaa.

24 Y si tu pueblo Israel es derrotado1 delante del enemigo por haber pecado contra tia, y se vuelven a ti y confiesan tu nombre, y oran y hacen súplica delante de ti en esta casa,

25 escucha tú desde los cielos y perdona el pecado de tu pueblo Israel, y hazlos volver a la tierra que diste a ellos y a sus padres.

26 Cuando los cielos estén cerrados y no haya lluviaa por haber ellos pecado contra ti, y oren hacia este lugar y confiesen tu nombre, y se vuelvan de su pecado cuando tú los aflijas,

27 escucha tú desde los cielos y perdona el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel; sí, enséñales el buen camino por el que deben andara, y envía lluvia sobre tu tierra, la que diste a tu pueblo por heredad.

28 Si hay hambre en la tierra, si hay pestilencia, si hay tizón o añublo, langosta o saltamontes, si sus enemigos los sitian en la tierra de sus ciudades1, cualquier plaga o cualquier enfermedad que hayaa,

29 toda oración o toda súplica que sea hecha por cualquier hombre o por todo tu pueblo Israel, conociendo1 cada cual su aflicción2 y su dolor, y extendiendo sus manos3 hacia esta casa,

30 escucha tú desde los cielos, el lugar de tu morada, y perdona y da a cada uno conforme a todos sus caminos, ya que conoces su corazón (porque solo tú conoces el corazón de los hijos de los hombresa),

31 para que te teman1 y anden en tus caminos todos los días que vivan sobre la faz de la tierra que diste a nuestros padres.

32 También en cuanto al extranjero que no es de tu pueblo Israel, cuando venga de una tierra lejana a causa de tu gran nombre y de tu mano poderosa y de tu brazo extendido, cuando ellos vengan a orar a esta casaa,

33 escucha tú desde los cielos, desde el lugar de tu morada, y haz conforme a todo lo que el extranjero te pida, para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre, para que te teman1, como te teme tu pueblo Israel, y para que sepan que tu nombre es invocadoa sobre esta casa que he edificado.

34 Cuando salga tu pueblo a la batalla contra sus enemigos, por cualquier camino que los envíes, y oren a ti vueltos hacia1 esta ciudad que has escogido, y hacia la casa que he edificado a tu nombre,

35 escucha desde los cielos su oración y su súplica, y hazles justicia.

36 Cuando pequen contra ti (pues no hay hombre que no pequea) y estés airado contra ellos, y los entregues delante del enemigo, y estos1 los lleven cautivos a una tierra, lejana o cercana,

37 si recapacitan1 en la tierra adonde hayan sido llevados cautivos, y se arrepienten y te suplican en la tierra de su cautiverio, diciendo: «Hemos pecado, hemos cometido iniquidad y hemos obrado perversamente»;

38 si se vuelven a ti con todo su corazón y con toda su almaa en la tierra de su cautiverio adonde hayan sido llevados cautivos, y oran vueltos hacia la tierra que diste a sus padres, hacia la ciudad que has escogido y hacia la casa que he edificado a tu nombre,

39 escucha tú desde los cielos, desde el lugar de tu morada, su oración y sus súplicas, hazles justicia y perdona a tu pueblo que ha pecado contra ti.

40 Ahora, oh Dios mío, te ruego que tus ojos estén abiertos y tus oídos atentos a la oracióna elevada en este lugarb.

41 Ahora pues, levántate, oh Señor Dios, hacia tu reposo, tú y el arca de tu poder; que tus sacerdotes, oh Señor Dios, se revistan de salvación y tus santos se regocijena en lo que es bueno.

42 Oh Señor Dios, no rechaces el rostro de tu ungido; acuérdate de tus misericordias para con tu siervo Davida.

LBLA

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Reconociendo la crítica necesidad de una traducción exacta de la Biblia, y en un español contemporáneo, Lockman Bible Ministries, a través del departamento de traducciones, ha producido La Biblia de las Américas®, la cual es una traducción de los idiomas originales de las Escrituras y presenta la Palabra de Dios en forma clara y comprensible; por tanto, fácil de leerse y de ser entendida por todos, además de ser muy conveniente para estudios bíblicos serios.

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CONFIABLE: Porque se tradujo literal y objetivamente. Ud. puede confiar que en el español se representan con exactitud y claridad las palabras de los idiomas originales. LBLA® es la primera Biblia en español que fue producida por un equipo internacional e interdenominacional de eruditos evangélicos de varios países de América Latina y también de España y los Estados Unidos. Se terminó en 1986 después de quince años de ardua labor. The Lockman Foundation, que produjo LBLA® , es conocida en el campo bíblico como un líder en la producción y publicación de Biblias fieles a los idiomas originales.

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