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La Biblia de las Américas
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Invasión de Senaquerib

aDespués de estos actos de1 fidelidad, Senaquerib, rey de Asiria, vino e invadió a Judá y sitió las ciudades fortificadas, y mandó conquistarlas2 para sí.

2 Cuando vio Ezequías que Senaquerib había venido y que se proponía hacer1 guerra contra Jerusalén,

3 decidió con sus oficiales y guerreros cortar el agua de las fuentes que estaban fuera de la ciudad, y ellos le ayudaron.

4 Y se reunió mucha gente y cegaron todas las fuentesa y el arroyo que fluía por la región1b, diciendo: ¿Por qué han de venir los reyes de Asiria y hallar tanta agua?

5 Y él cobró ánimo y reedificó toda la muralla que había sido derribadaa y levantó torres en ella1, edificó otra muralla exteriorb, fortificó el Miloc en la ciudad de David, e hizo armas arrojadizas y escudos en gran cantidad.

6 Puso también oficiales militares sobre el pueblo, los reunió a su lado en la plaza a la puerta de la ciudad y habló dándoles ánimo1a, diciendo:

7 Sed fuertes y valientes; no temáis ni os acobardéisa a causa del rey de Asiria, ni a causa de toda la multitud que está con él, porque el que está con nosotros es más poderoso que el que está con élb.

8 Con él está solo un brazo de carnea, pero con nosotros está el Señor nuestro Dios para ayudarnos y pelear nuestras batallasb. Y el pueblo confió en las palabras de Ezequías, rey de Judá.

9 Después de esto, Senaquerib, rey de Asiria, mientras estaba sitiando a1 Laquis con todas sus fuerzas, envió sus siervos a Jerusalén, a1 Ezequías, rey de Judá, y a1 todos los de Judá que estaban en Jerusaléna, diciendo:

10 Así dice Senaquerib, rey de Asiria, «¿En qué estáis confiando para que permanezcáis bajo sitio en Jerusalén?

11 »¿No os engaña Ezequías para entregaros a morir de hambre y de sed, diciendo: “El Señor nuestro Dios nos librará de la mano1 del rey de Asiria”?

12 »¿El mismo Ezequías no ha quitado sus lugares altos y sus altaresa, y ha dicho a Judá y a Jerusalén1: “Delante de un altar adoraréis, y sobre él quemaréis incienso”?

13 »a¿No sabéis lo que yo y mis padres hemos hecho a todos los pueblos de estas1 tierras? ¿Pudieron los dioses de las naciones de las tierras librar su tierra de mi mano?

14 »¿Quién de entre todos los dioses de aquellas naciones que mis padres destruyeron completamente pudo librar a su pueblo de mi mano, para que vuestro Dios pueda libraros de mi manoa?

15 »Ahora pues, no dejéis que Ezequías os engañe y os extravíe en esta forma, y no creáis en él, porque ningún dios de ninguna nación ni reino pudo librar a su pueblo de mi mano ni de la mano de mis padres. ¿Cuánto menos os librará de mi mano vuestro Diosa?».

16 Y sus siervos hablaron aún más contra el Señor Dios y contra su siervo Ezequías.

17 También escribió cartas para insultar al Señor, Dios de Israel, y para hablar contra Él, diciendo: Como los dioses de las naciones de las tierras no han1 librado a sus pueblos de mi mano, así el Dios de Ezequías no librará a su pueblo de mi manoa.

18 Y proclamaron esto a gran voz en la lengua de Judá1a al pueblo de Jerusalén que estaba sobre la muralla, para espantarlos y aterrorizarlos, para así poder tomar la ciudad.

19 Y hablaron del1 Dios de Jerusalén como de los dioses de los pueblos de la tierra, obra de manos de hombresa.

20 Pero el rey Ezequías y el profeta Isaías, hijo de Amoz, oraron sobre esto, y clamaron al cielo.

21 Y el Señor envió un ángel que destruyó a todo guerrero valiente, comandante y jefe en el campamento del rey de Asiria. Así regresó avergonzado1 a su propia tierra. Y cuando había entrado al templo2 de su dios, algunos de sus propios hijos lo mataron allí a espada.

22 Así salvó el Señor a Ezequías y a los habitantes de Jerusaléna de mano de Senaquerib, rey de Asiria, y de mano de todos los demás, y los guió1 por todas partes.

23 Y muchos traían presentes al Señor en Jerusalén y presentes valiososa a Ezequías, rey de Judá, de modo que después de esto fue engrandecido delante de todas las nacionesb.

24 aEn aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte; y oró al Señor, y Él le habló y le dio una señal.

25 Mas Ezequías no correspondió al bien que había recibido1, porque su corazón era orgulloso2a; por tanto, la ira vino sobre él, sobre Judá y sobre Jerusalénb.

26 Pero después Ezequías humilló1 el orgullo de su corazón, tanto él como los habitantes de Jerusalén, de modo que no vino sobre ellos la ira del Señor en los días de Ezequíasa.

27 Y tenía Ezequías inmensas riquezas y honores. Hizo para sí depósitos1 para plata, oro, piedras preciosas, especias, escudos y toda clase de objetos de valor.

28 Hizo también almacenes para el producto de granos, vino y aceite, corrales para toda clase de ganado y apriscos para los rebaños1.

29 Se edificó ciudades y adquirió rebaños y ganados en abundancia, porque Dios le había dado muchísimas riquezas1a.

30 Ezequías fue el que cegó la salida superior de las aguasa de Gihónb y las condujo al lado occidental de la ciudad de David. Ezequías prosperó en todo lo que hizo.

31 Aun en el asunto de los enviados de los gobernantes de Babiloniaa, que mandaron a él para investigar la maravillab que había acontecido en la tierra, Dios lo dejó solo para probarlec, a fin de saber Él todo lo que había en su corazón.

32 Los demás hechos de Ezequías y sus obras piadosas, he aquí, están escritos en la visión del profeta Isaías, hijo de Amoz, y en el libro de los reyes de Judá y de Israel.

33 Y durmió Ezequías con sus padres, y lo sepultaron en la parte superior de1 los sepulcros de los hijos de David; y todo Judá y los habitantes de Jerusalén le rindieron honores en su muertea. Y su hijo Manasés reinó en su lugar.

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Reconociendo la crítica necesidad de una traducción exacta de la Biblia, y en un español contemporáneo, Lockman Bible Ministries, a través del departamento de traducciones, ha producido La Biblia de las Américas®, la cual es una traducción de los idiomas originales de las Escrituras y presenta la Palabra de Dios en forma clara y comprensible; por tanto, fácil de leerse y de ser entendida por todos, además de ser muy conveniente para estudios bíblicos serios.

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CONFIABLE: Porque se tradujo literal y objetivamente. Ud. puede confiar que en el español se representan con exactitud y claridad las palabras de los idiomas originales. LBLA® es la primera Biblia en español que fue producida por un equipo internacional e interdenominacional de eruditos evangélicos de varios países de América Latina y también de España y los Estados Unidos. Se terminó en 1986 después de quince años de ardua labor. The Lockman Foundation, que produjo LBLA® , es conocida en el campo bíblico como un líder en la producción y publicación de Biblias fieles a los idiomas originales.

FÁCIL DE LEER: Porque se han observado las reglas de la gramática española moderna en un estilo ágil y ameno en un texto de alta calidad literaria y sumamente comprensible. Esta versión se ha producido con la firme convicción de que las Sagradas Escrituras, según fueron escritas originalmente en hebreo, arameo y griego, fueron inspiradas por Dios, y son de provecho para la formación integral del cristiano. Puesto que las Escrituras son la eterna palabra de Dios, hablan siempre con renovado poder a cada generación para dar sabiduría que lleva a la salvación en Cristo, equipando al creyente para disfrutar de una vida abundante y feliz en la tierra, y constituyéndolo en testimonio viviente de la verdad para la gloria eterna de Dios.

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