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La Biblia de las Américas
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Victorias de Josafat

Y aconteció después de esto, que los hijos de Moab y los hijos de Amón, y con ellos algunos de los amonitas1, vinieron a peleara contra Josafat.

2 Entonces vinieron algunos y dieron aviso a Josafat, diciendo: Viene contra ti una gran multitud de más allá del mar, de Aram1 y, he aquí, están en Hazezon-tamara, es decir, En-gadi.

3 Y Josafat tuvo miedo y se dispuso a1 buscar al Señora, y proclamó ayunob en todo Judá.

4 Y se reunió Judá para buscar ayuda del Señor; aun de todas las ciudades de Judá vinieron para buscar al Señora.

5 Entonces Josafat se puso en pie en la asamblea de Judá y de Jerusalén, en la casa del Señor, delante del atrio nuevo,

6 y dijo: Oh Señor, Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielosa? ¿Y no gobiernas tú sobre todos los reinos de las naciones? En tu mano hay poder y fortalezab y no hay quien pueda resistirte.

7 ¿No fuiste tú, oh Dios nuestro, el que echaste a los habitantes de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste para siempre a la descendencia1 de tu amigo Abrahama?

8 Y han habitado en ella, y allí te han edificado un santuario a tu nombre, diciendo:

9 «Si viene mal sobre nosotros, espada, juicio, pestilencia o hambre, nos presentaremos delante de esta casa y delante de ti (porque tu nombre está en esta casaa), y clamaremos a ti en nuestra angustia, y tú oirás y nos salvarásb».

10 Y ahora, he aquí, los hijos de Amón y de Moab y del monte Seira, a quienes no permitiste que Israel invadiera cuando salió de la tierra de Egipto (por lo cual se apartaron de ellos y no los destruyeronb),

11 mira cómo nos pagan, viniendo a echarnos de tu posesión, la que nos diste en heredada.

12 Oh Dios nuestro, ¿no los juzgarása? Porque no tenemos fuerza alguna delante de esta gran multitud que viene contra nosotros, y no sabemos qué hacer; pero nuestros ojos están vueltos hacia tib.

13 Y todo Judá estaba de pie delante del Señor, con sus niños, sus mujeres y sus hijos.

14 Entonces el Espíritu del Señor vino en medio de la asamblea sobre Jahaziel, hijo de Zacaríasa, hijo de Benaía, hijo de Jeiel, hijo de Matanías, levita de los hijos de Asaf,

15 y dijo: Prestad atención, todo Judá, habitantes de Jerusalén y tú, rey Josafat: así os dice el Señor: «No temáis, ni os acobardéis delante de esta gran multituda, porque la batalla no es vuestra, sino de Diosb.

16 »Descended mañana contra ellos. He aquí ellos subirán por la cuesta de Sis, y los hallaréis en el extremo del valle, frente al desierto de Jeruel.

17 »No necesitáis pelear en esta batalla; apostaos y estad quietos, y ved la salvación del Señor con vosotrosa, oh Judá y Jerusalén». No temáis ni os acobardéis; salid mañana al encuentro de ellos porque el Señor está con vosotrosb.

18 Y Josafat se inclinó rostro en tierra, y todo Judá y los habitantes de Jerusalén se postraron delante del Señor, adorando al Señora.

19 Y se levantaron los levitas, de los hijos de Coat y de los hijos de Coré, para alabar al Señor, Dios de Israel, en voz muy alta.

20 Se levantaron muy de mañana y salieron al desierto de Tecoa; y cuando salían, Josafat se puso en pie y dijo: Oídme, Judá y habitantes de Jerusalén, confiad en el Señor vuestro Dios, y estaréis segurosa. Confiad en sus profetas y triunfaréis.

21 Y habiendo consultado con el pueblo, designó a algunos que cantaran al Señor y a algunos que le alabaran en vestiduras santas1a, conforme salían delante del ejército y que dijeran: Dad gracias al Señor, porque para siempre es su misericordiab.

22 Y cuando comenzaron a entonar cánticos y alabanzas, el Señor puso emboscadasa contra los hijos de Amón, de Moab y del monte Seirb, que habían venido contra Judá, y fueron derrotados1.

23 Porque los hijos de Amón y de Moab se levantaron contra los habitantes del monte Seir destruyéndolos completamente, y cuando habían acabado con los habitantes de Seir, cada uno ayudó a destruir a su compañeroa.

24 Cuando Judá llegó a la atalaya1 del desierto, miraron hacia la multitud, y he aquí, solo había cadáveres tendidos por tierra, ninguno había escapado.

25 Al llegar Josafat y su pueblo para recoger el botín, hallaron mucho entre ellos, incluyendo mercaderías, vestidos1 y objetos preciosos que tomaron para sí, más de los que podían llevar. Y estuvieron tres días recogiendo el botín, pues había mucho.

26 Al cuarto día se reunieron en el valle de Beraca; porque allí bendijeron al Señor. Por tanto llamaron aquel lugar el Valle de Beraca1 hasta hoy.

27 Y todos los hombres de Judá y de Jerusalén regresaron, con Josafat al frente de ellos, regresando a Jerusalén con alegría, porque el Señor les había hecho regocijarse sobre sus enemigosa.

28 Entraron en Jerusalén, en la casa del Señor, con arpas, liras y trompetas.

29 Y vino el terror de Dios sobre todos los reinos de aquellas tierrasa cuando oyeron que el Señor había peleado contra los enemigos de Israel.

30 El reino de Josafat estuvo en paz, porque su Dios le dio tranquilidad por todas partesa.

31 aY reinó Josafat sobre Judá. Tenía treinta y cinco años cuando comenzó a reinar, y reinó veinticinco años en Jerusalén. Y el nombre de su madre era Azuba, hija de Silhi.

32 Y anduvo en el camino de su padre Asa, y no se apartó de él, haciendo lo recto ante los ojos del Señor.

33 Sin embargo, los lugares altos no fueron quitadosa, pues el pueblo no había vuelto aún su corazón al Dios de sus padresb.

34 Los demás hechos de Josafat, los primeros y los postreros, he aquí, están escritos en los anales de Jehú, hijo de Hananía, que están mencionados en el libro de los reyes de Israel.

35 Después de esto Josafat, rey de Judá, se alió con Ocozíasa, rey de Israel. Al hacer esto obró impíamente.

36 Y se alió con él para hacer naves que fueran a Tarsisa, y construyeron las naves en Ezión-geber.

37 Entonces Eliezer, hijo de Dodava de Maresa, profetizó contra Josafat, diciendo: Por cuanto te has aliado con Ocozías, el Señor ha destruido tus obras. Y las naves fueron destruidas y no pudieron ir a Tarsis.

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Reconociendo la crítica necesidad de una traducción exacta de la Biblia, y en un español contemporáneo, Lockman Bible Ministries, a través del departamento de traducciones, ha producido La Biblia de las Américas®, la cual es una traducción de los idiomas originales de las Escrituras y presenta la Palabra de Dios en forma clara y comprensible; por tanto, fácil de leerse y de ser entendida por todos, además de ser muy conveniente para estudios bíblicos serios.

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CONFIABLE: Porque se tradujo literal y objetivamente. Ud. puede confiar que en el español se representan con exactitud y claridad las palabras de los idiomas originales. LBLA® es la primera Biblia en español que fue producida por un equipo internacional e interdenominacional de eruditos evangélicos de varios países de América Latina y también de España y los Estados Unidos. Se terminó en 1986 después de quince años de ardua labor. The Lockman Foundation, que produjo LBLA® , es conocida en el campo bíblico como un líder en la producción y publicación de Biblias fieles a los idiomas originales.

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