Después de esto Jesús se apareció de nuevo a sus discípulos, junto al lago de Tiberíades. Sucedió de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás (al que apodaban el Gemelo), Natanael, el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo, y otros dos discípulos.
—Me voy a pescar—dijo Simón Pedro.
—Nos vamos contigo—contestaron ellos.
Salieron, pues, de allí y se embarcaron, pero esa noche no pescaron nada.
Al despuntar el alba Jesús se hizo presente en la orilla,
John 21:1–25