Cargando…

Marcos 13:24–37

La venida del Hijo del Hombre

(Mt. 24.29–35, 42–44; Lc. 21.25–36)

24Pero en aquellos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, 25y las estrellas caerán del cielo,f y las potencias que están en los cielos serán conmovidas. 26Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubesg con gran poder y gloria. 27Y entonces enviará sus ángeles, y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.

28De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. 29Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. 30De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. 31El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

32Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre.h 33Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo. 34Es como el hombre que yéndose lejos, dejó su casa, y dio autoridad a sus siervos, y a cada uno su obra, y al portero mandó que velase.i 35Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa; si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana; 36para que cuando venga de repente, no os halle durmiendo. 37Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad.

Leer más



Un servicio de Software Bíblico Logos