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Marcos 3:1–6

El hombre de la mano seca

(Mt. 12.9–14; Lc. 6.6–11)

3

1Otra vez entró Jesús en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano. 2Y le acechaban para ver si en el día de reposo* le sanaría, a fin de poder acusarle. 3Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio. 4Y les dijo: ¿Es lícito en los días de reposo* hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban. 5Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana. 6Y salidos los fariseos, tomaron consejo con los herodianos contra él para destruirle.

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