Entonces proclamó con gran voz a mis oídos, diciendo:
—¡Acercaos los verdugos de la ciudad, cada uno con su instrumento destructor en su mano!
Y he aquí que seis hombres vinieron por el camino de la puerta superior que da hacia el norte, y cada uno traía en su mano su instrumento para destruir. Pero entre ellos había un hombre vestido de lino que llevaba al cinto los útiles de escriba. Y habiendo entrado se detuvieron junto al altar de bronce.
Entonces la gloria del Dios de Israel se...
Ezekiel 9:1–6