Llegó el día en que los ángeles debían hacer acto de presencia ante el SEÑOR, y con ellos llegó también Satanás para presentarse ante el SEÑOR. Y el SEÑOR le preguntó:
—¿De dónde vienes?
—Vengo de rondar la tierra, y de recorrerla de un extremo a otro—le respondió Satanás.
—¿Te has puesto a pensar en mi siervo Job?—volvió a preguntarle el SEÑOR—. No hay en la tierra nadie como él; es un hombre recto e intachable, que me honra y vive apartado del mal. Y aunque tú me incitaste contra él...
Job 2:1–6:30