»En aquel día se abrirá una fuente para lavar del pecado y de la impureza a la casa real de David y a los habitantes de Jerusalén.
»En aquel día arrancaré del país los nombres de los ídolos, y nunca más volverán a ser invocados—afirma el SEÑOR Todopoderoso—. También eliminaré del país a los profetas y la impureza que los inspira. Y si hubiera todavía alguno que quisiera profetizar, sus propios padres le dirán: “Has mentido en el nombre del SEÑOR. Por tanto, debes morir.” Y por meterse a...
Zechariah 13:1–9