Como perros de presa, me han rodeado;
me ha cercado una banda de malvados;
me han traspasado las manos y los pies.
Puedo contar todos mis huesos;
con satisfacción perversa
la gente se detiene a mirarme.
Se reparten entre ellos mis vestidos
y sobre mi ropa echan suertes.
Psalm 22:16–18