»Soy el más ignorante de todos los hombres;
no hay en mí discernimiento humano.
No he adquirido sabiduría,
ni tengo conocimiento del Dios santo.
»¿Quién ha subido a los cielos
y descendido de ellos?
¿Quién puede atrapar el viento en su puño
o envolver el mar en su manto?
¿Quién ha establecido los límites de la tierra?
¿Quién conoce su nombre o el de su hijo?
Proverbs 30:2–4