¡Ay de los que sólo piensan en el mal,
y aun acostados hacen planes malvados!
En cuanto amanece, los llevan a cabo
porque tienen el poder en sus manos.
Codician campos, y se apropian de ellos;
casas, y de ellas se adueñan.
Oprimen al varón y a su familia,
al hombre y a su propiedad.
Por tanto, así dice el SEÑOR:
«Ahora soy yo el que piensa
traer sobre ellos una desgracia,
de la que no podrán escapar.
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Micah 2:1–13