Pero Jesús se quedó callado y no contestó nada.
—¿Eres el Cristo, el Hijo del Bendito?—le preguntó de nuevo el sumo sacerdote.
—Sí, yo soy—dijo Jesús—. Y ustedes verán al Hijo del hombre sentado a la derecha del Todopoderoso, y viniendo en las nubes del cielo.
Mark 14:61–62