«Me di a conocer a los que no preguntaban por mí;
dejé que me hallaran los que no me buscaban.
A una nación que no invocaba mi nombre,
le dije: “¡Aquí estoy!”
Todo el día extendí mis manos
hacia un pueblo rebelde,
que va por mal camino,
siguiendo sus propias ideas.
Es un pueblo que en mi propia cara
constantemente me provoca;
que ofrece sacrificios en los jardines
y quema incienso en los altares;
...
Isaiah 65:1–25