Luego los sacó y les preguntó:
—Señores, ¿qué tengo que hacer para ser salvo?
—Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos—le contestaron.
Luego les expusieron la palabra de Dios a él y a todos los demás que estaban en su casa. A esas horas de la noche, el carcelero se los llevó y les lavó las heridas; en seguida fueron bautizados él y toda su familia.
Acts 16:30–33