Poco tiempo después le informaron a José que su padre estaba enfermo. Entonces fue a visitarlo y llevó consigo a sus dos hijos, Manasés y Efraín. Cuando le avisaron a Jacob que su hijo venía a verlo, hizo un esfuerzo, se sentó en la cama y le dijo a José:
—El Dios Todopoderoso se me apareció en Luz, en la tierra de Canaán, y me bendijo con esta promesa: “Te haré fecundo, te multiplicaré, y haré que tus descendientes formen una comunidad de naciones. Además, a tu descendencia le daré esta...
Genesis 48:1–22