Después José tuvo otro sueño, y se lo contó a sus hermanos. Les dijo:
—Tuve otro sueño, en el que veía que el sol, la luna y once estrellas me hacían reverencias.
Cuando se lo contó a su padre y a sus hermanos, su padre lo reprendió:
—¿Qué quieres decirnos con este sueño que has tenido?—le preguntó—. ¿Acaso tu madre, tus hermanos y yo vendremos a hacerte reverencias?
Sus hermanos le tenían envidia, pero su padre meditaba en todo esto.
Genesis 37:9–11