«Hijo de hombre, entona una elegía al rey de Tiro y adviértele que así dice el SEÑOR omnipotente:
»“Eras un modelo de perfección,
lleno de sabiduría y de hermosura perfecta.
Estabas en Edén, en el jardín de Dios,
adornado con toda clase de piedras preciosas:
rubí, crisólito, jade,
topacio, cornalina, jaspe,
zafiro, granate y esmeralda.
Tus joyas y encajes estaban cubiertos de oro,
y especialmente preparados para ti
...
Ezekiel 28:12–18