Hijos, obedezcan en el Señor a sus padres, porque esto es justo. «Honra a tu padre y a tu madre—que es el primer mandamiento con promesa—para que te vaya bien y disfrutes de una larga vida en la tierra.»
Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor.
Ephesians 6:1–4