Acuérdate de tu Creador
en los días de tu juventud,
antes que lleguen los días malos
y vengan los años en que digas:
«No encuentro en ellos placer alguno»;
antes que dejen de brillar
el sol y la luz,
la luna y las estrellas,
y vuelvan las nubes después de la lluvia.
Un día temblarán los guardianes de la casa,
y se encorvarán los hombres de batalla;
se detendrán las molenderas por ser tan pocas,
y...
Ecclesiastes 12:1–14