»Cuando dos hombres tengan un pleito, se presentarán ante el tribunal y los jueces decidirán el caso, absolviendo al inocente y condenando al culpable. Si el culpable merece que lo azoten, el juez le ordenará tenderse en el suelo y hará que allí mismo le den el número de azotes que su crimen merezca. Pero no se le darán más de cuarenta azotes; más de eso sería humillante para tu hermano.
»No le pongas bozal al buey mientras esté trillando.
»Si dos hermanos viven en el mismo hogar y uno...
Deuteronomy 25:1–19