Aunque espero ir pronto a verte, escribo estas instrucciones para que, si me retraso, sepas cómo hay que portarse en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y fundamento de la verdad. No hay duda de que es grande el misterio de nuestra fe:
Él se manifestó como hombre;
fue vindicado por el Espíritu,
visto por los ángeles,
proclamado entre las naciones,
creído en el mundo,
recibido en la gloria.
1 Timothy 3:14–16