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Mateo 27:61–28:8

61 María Magdalena estaba allí, y la otra Maríaa, sentadas frente al sepulcro.

Guardias en la tumba

62 Al día siguiente, que es el día después de la preparación1a, se reunieron ante Pilato los principales sacerdotes y los fariseos,

63 y le dijeron1: «Señor, nos acordamos que cuando aquel engañador aún vivía, dijo: “Después de tres días resucitaré2a

64 »Por eso, ordene usted que el sepulcro quede asegurado hasta el tercer día, no sea que vengan Sus discípulos, se lo roben, y digan al pueblo: “Él ha resucitado de entre los muertos”; y el último engaño será peor que el primero»

65 Pilato les dijo: «Una guardiaa tienen; vayan, asegúrenlo como ustedes saben»

66 Y fueron y aseguraron el sepulcro; y además de poner la guardiaa, sellaronb la piedrac.

La resurrección

28 aPasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra Maríab vinieron a ver el sepulcro.

2 Y se produjo un gran terremoto, porque un ángel del Señora descendiendo del cielo, y acercándose, removió la piedrab y se sentó sobre ella.

3 Su aspecto era como un relámpago, y su vestidura blanca como la nievea;

4 y de miedo a él los guardias temblaron y se quedaron como muertos.

5 Hablando1 el ángel, dijo a las mujeres: «Ustedes, no temana; porque yo sé que buscan a Jesús, el que fue crucificado2.

6 »No está aquí, porque ha resucitado, tal como Él dijoa. Vengan, vean el lugar donde estaba puesto.

7 »Vayan pronto, y digan a Sus discípulos que Él ha resucitado de entre los muertos; y Él va delante de ustedes a Galileaa; allí lo verán. Miren, se los he dicho»

8 Y ellas, alejándose a toda prisa del sepulcro con temor y gran gozo, corrieron a dar las noticias a los discípulos.

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