Lucas 9:56–62
56 porque el Hijo del Hombre no ha venido para destruir las almas de los hombres, sino para salvarlas». Y se fueron a otra aldea.
57 Mientras ellos iban por el caminoa, b uno le dijo: «Te seguiré adondequiera que vayas».
58 «Las zorras tienen madrigueras y las aves del cielo nidos», le dijo Jesús, «pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabezaa».
59 A otro le dijo: «Ven tras Mía». Pero él contestó: «Señor1, permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre».
60 «Deja que los muertos entierren a sus muertos», le respondió Jesús; «pero tú, ve y anuncia por todas partes el reino de Diosa».
61 También otro dijo: «Te seguiré, Señor; pero primero permíteme despedirme de los de mi casaa»
62 Pero Jesús le dijo: «Nadie, que después de poner la mano en el arado mira atrása, es apto para el reino de Dios».