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Juan 10:11–29

11 »Yo soy el buen pastora; el buen pastor da Su vida por las ovejasb.

12 »Pero el que es un asalariado y no un pastora, que no es el dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, entonces el lobo las arrebata y las dispersa.

13 »El asalariado huye porque solo trabaja por el pago1 y no le importan las ovejas.

14 »Yo soy el buen pastora, y conozco Mis ovejas1b y ellas me conocen,

15 al igual que el Padre me conoce y Yo conozco al Padrea, y doy Mi vida por las ovejasb.

16 »Tengo otras ovejasa que no son de este redil; a esas también Yo debo traerlas, y oirán Mi voz, y serán un rebañob con un solo pastorc.

17 »Por eso el Padre me ama, porque Yo doy Mi vida para tomarla de nuevoa.

18 »Nadie me la quita1a, sino que Yo la doy de Mi propia voluntad. Tengo autoridad para darla, y tengo autoridad para tomarla de nuevob. Este mandamiento recibí de Mi Padrec».

Los judíos divididos otra vez

19 Volvió a surgir una divisióna entre los judíos por estas palabras.

20 Y muchos de ellos decían: «Tiene un demonioa y está locob. ¿Por qué le hacen caso1

21 Otros decían: «Estas no son palabras de un endemoniadoa. ¿Puede acaso un demonio abrir los ojos de los ciegosb

Jesús, uno con el Padre

22 En esos días1 se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación.

23 Era invierno, y Jesús andaba por el templo, en el pórtico de Salomóna.

24 Entonces los judíosa lo rodearon, y le decían: «¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si Tú eres el Cristo1, dínoslo claramenteb»

25 Jesús les respondió: «Se lo he dichoa a ustedes y no creen; las obras que Yo hago en el nombre de Mi Padre, estas dan testimonio de b.

26 »Pero ustedes no creen porque no son de Mis ovejasa.

27 »Mis ovejas oyen Mi voza; Yo las conozcob y me siguen.

28 »Yo les doy vida eternaa y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de Mi manob.

29 »Mi Padre que me las dio es mayor que todos1, y nadie las puede arrebatar de la mano del Padre.

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