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Job 31:13–38

13 »Si he negado el derecho de mi siervo o de mi sierva

Cuando presentaron queja contra mía,

14 ¿Qué haré cuando Dios se levante?

Y cuando Él me pida cuentas, ¿qué le responderé?

15 »¿Acaso Aquel que me hizo en el seno materno, no lo hizo también a él?

¿No fue uno mismo el que nos formó en la matriza?

16 »Si he impedido a los pobresa su deseo,

O he hecho desfallecer los ojos de la viudab,

17 O si he comido mi bocado solo,

Y el huérfanoa no ha comido de élb

18 (Aunque desde mi juventud él creció conmigo como con un padre,

Y a la viuda la guié desde mi infancia1);

19 Si he visto a alguien perecer por falta de ropaa,

Y sin abrigo al necesitadob,

20 Si su corazón1 no me ha expresado gratitud2,

Pues se ha calentado con el vellón de mis ovejas;

21 Si he alzado contra el huérfanoa mi mano,

Porque vi que yo tenía apoyo1 en la puerta2b,

22 Que mi hombro se caiga de la coyuntura1,

Y mi brazo se quiebrea en el codo2.

23 »Porque el castigo de Diosa es terror para mí,

Y ante Su majestad1b nada puedo hacer.

24 »Si he puesto en el oro mi confianza,

Y he dicho al oro fino: “Tú eres mi seguridada”;

25 Si me he alegrado porque mi riqueza era grande,

Y porque mi mano había adquirido muchoa;

26 Si he mirado al sol1 cuando brillaba,

O a la luna marchando en esplendora,

27 Y fue mi corazón seducido en secreto,

Y mi mano tiró un beso de mi boca1,

28 Eso también hubiera sido iniquidad que merecía juicio1a,

Porque habría negado al Dios de lo altob.

29 »¿Acaso me he alegrado en la destrucción de mi enemigo,

O me he regocijado1 cuando el mal le sobrevinoa?

30 »No1, no he permitido que mi boca peque2

Pidiendo su vidaa en una maldiciónb.

31 »¿Acaso no han dicho los hombres de mi tienda:

“¿Quién puede hallar1 a alguien que no se haya saciado con su carnea?”.

32 »El extranjero no pasa la noche afuera,

Porque al viajero1 he abierto mis puertas.

33 »¿Acaso he cubierto mis transgresiones como Adán1,

Ocultando en mi seno mi iniquidada,

34 Porque temí a la gran multituda,

O el desprecio de las familias me aterró,

Y guardé silencio y no salí de mi puerta?

35 »¡Quién me diera que alguien me oyera!

Aquí está mi firma1.

¡Que me responda el Todopoderosoa!

Y la acusación que ha escrito mi adversariob,

36 Ciertamente yo la llevaría sobre mi hombro,

Y me la pondría como una corona.

37 »Del número de mis pasos yo le daría cuentaa,

Como a un príncipeb me acercaría a Él.

38 »Si mi tierra clama contra mí,

Y sus surcos lloran juntosa;

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