Ezequiel 28:12–17
12 «Hijo de hombre, eleva una elegía sobre el rey de Tiroa y dile: “Así dice el Señor Dios:
‘Tú eras el sello de la perfección,
Lleno de sabiduría y perfecto en hermosura.
13 ’En el Edén estabas, en el huerto de Diosa;
Toda piedra preciosa era tu vestidura:
El rubí, el topacio y el diamante,
El berilo, el ónice y el jaspe,
El zafiro, la turquesa y la esmeralda;
Y el orob, la hechura de tus engastes y de tus encajesc,
Estaba en tid.
El día que fuiste creado
Fueron preparados.
14 -’Tú, querubín protector de alas desplegadas,
Yo te puse allí.
Estabas en el santo monte de Dios,
Andabas en medio de las piedras de fuegoa.
15 -’Perfecto eras en tus caminos
Desde el día que fuiste creadoa
Hasta que la iniquidad se halló en tib.
16 -’A causa de la abundancia de tu comercioa
Te llenaste de violencia,
Y pecaste;
Yo, pues, te he expulsado por profano
Del monte de Diosb,
Y te he eliminado, querubín protector,
De en medio de las piedras de fuego.
17 -’Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura;
Corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendora.
Te arrojé en tierra,
Te puse delante de los reyesb,
Para que vieran en ti un ejemploc.