Apocalipsis 21:2–8
2 Y vi la ciudad santaa, la nueva Jerusalénb, que descendía del cieloc, de Dios, preparada como una novia ataviada para su esposod.
3 Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: «El tabernáculo de Diosa está entre los hombres, y Él habitará entre ellosb y ellos serán Su pueblo1, y Dios mismo estará entre ellos2.
4 »Él enjugará toda lágrima de sus ojosa, y ya no habrá muerteb, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolorc, porque las primeras cosas han pasadod»
5 El que está sentado en el tronoa dijo: «Yo hago nuevas todas las cosasb». Y añadió*: «Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderasc»
6 También me dijo: «Hecho está1a. Yo soy el Alfa y la Omegab, el Principio y el Fin. Al que tiene sed, Yo le daréc gratuitamente de la fuente del agua de la vidad.
7 »El vencedor1 heredará estas cosasa, y Yo seré su Diosb y él será Mi hijo.
8 »Pero los cobardes, incrédulos1, abominables, asesinos, inmorales, hechiceros, idólatras, y todos los mentirososa tendrán su herencia2 en el lago que arde con fuego y azufreb, que es la muerte segundac».