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1 Corintios 7:12–15

12 Pero a los demás digo yo, no el Señora, que si un hermano tiene una mujer que no es creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone.

13 Y la mujer cuyo marido no es creyente, y él consiente en vivir con ella, no abandone a su marido.

14 Porque el marido que no es creyente es santificado por medio de su mujer; y la mujer que no es creyente es santificada por medio de su marido creyente1. De otra manera sus hijos serían inmundos, pero ahora son santosa.

15 Sin embargo, si el que no es creyente se separa, que se separe. En tales casos el hermano o la hermana no están obligados1, sino que Dios nos2 ha llamado para vivir en paza.

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