1 Corintios 15:56–58
56 El aguijón de la muerte es el pecadoa, y el poder del pecado es la leyb;
57 pero a Dios graciasa, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristob.
58 Por tanto, mis amados hermanosa, estén firmes, constantes1, abundando siempre en la obra del Señorb, sabiendo que su trabajo en el Señor no es en vano.
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