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2º Crónicas 12:14–22:9

14 Y él hizo lo malo porque no dispuso su corazón para buscar al Señora.

15 Los hechos de Roboama, los primeros y los postreros, ¿no están escritos en los libros1 del profeta Semaíasb y del vidente Iddoc, conforme al registro genealógico? Y hubo guerras continuamente entre Roboam y Jeroboam.

16 Y durmió Roboam con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de David; y su hijo Abías1a reinó en su lugar.

Capitulo 13

Reinado de Abías

aEn el año dieciocho del rey Jeroboam, Abías comenzó a reinar sobre Judá.

2 Reinó tres años en Jerusalén; y el nombre de su madre era Micaías, hija de Uriel1, de Guibeá. Y hubo guerra entre Abías y Jeroboama.

3 Y Abías comenzó la batalla con un ejército de valientes guerreros, cuatrocientos mil hombres escogidos, mientras que Jeroboam se puso en orden de batalla contra él con ochocientos mil hombres escogidos, valientes y fuertes.

4 Entonces Abías se levantó en el monte Zemaraima que está en la región montañosa de Efraín, y dijo: Escuchadme, Jeroboam y todo Israel:

5 ¿No sabéis que el Señor, Dios de Israel, dio a David el reino sobre Israel para siempre, a él y a sus hijosa con pacto de salb?

6 Pero Jeroboam, hijo de Nabat, siervo de Salomóna, hijo de David, se alzó y se rebeló contra su señor,

7 y se juntaron con él hombres indignos y malvados que prevalecieron sobre Roboama, hijo de Salomón, cuando Roboam era joven y tímido, y no pudo prevalecer contra ellos.

8 Y ahora vosotros intentáis resistir al reinado del Señor que está en manos de los hijos de David, porque sois una gran multitud y tenéis con vosotros los becerros de oro que Jeroboam os hizo por diosesa.

9 ¿No habéis echado fuera a los sacerdotes del Señor, los hijos de Aarón y los levitas, y os habéis hecho sacerdotesa como los pueblos de otras tierras? Cualquiera que venga a consagrarseb con un novillo y siete carneros, aun este puede llegar a ser sacerdote de los que no son diosesc.

10 Mas en cuanto a nosotros, el Señor es nuestro Dios y no le hemos abandonado; y los hijos de Aarón sirven al Señor como sacerdotes, y los levitas en sus funciones.

11 Y cada mañana y cada tarde queman holocaustos e incienso aromático al Señor; y el pana está colocado sobre la mesa limpia, y el candelabro de oro con sus lámparas para ser encendidas cada tardeb; porque nosotros guardamos la ordenanza del Señor nuestro Dios, pero vosotros le habéis abandonado.

12 Y he aquí, Dios está con nosotros a la cabeza, y sus sacerdotes con las trompetas de aviso para tocar el alarma contra vosotrosa. ¡Oh hijos de Israel!, no luchéis contra el Señor, Dios de vuestros padres, porque nada lograréis.

13 Pero Jeroboam había puesto una emboscada para llegar a ellos por detrás, de manera que Israel estaba frente a Judá, y la emboscada estaba detrás de estosa.

14 Cuando Judá se volvió, he aquí que eran atacados por delante y por detrás1. Clamaron, pues, al Señora, y los sacerdotes tocaron las trompetas.

15 Entonces los hombres de Judá lanzaron el grito de guerra; y sucedió que mientras los hombres de Judá lanzaban el grito de guerra, Dios hirió a Jeroboam y a todo Israel delante de Abías y de Judáa.

16 Y huyeron los hijos de Israel delante de Judá, y Dios los entregó en sus manosa.

17 Y Abías y su gente los derrotaron con una gran matanza, y cayeron muertos quinientos mil hombres escogidos de Israel.

18 Así los hijos de Israel fueron humillados en aquel tiempo, y los hijos de Judá prevalecieron porque se apoyaron en el Señora, Dios de sus padres.

19 Y Abías persiguió a Jeroboam, y le tomó varias ciudades, Betel con sus aldeas, Jesana con sus aldeas y Efraín1 con sus aldeas.

20 Jeroboam no volvió a recuperar poder en los días de Abías; y el Señor lo hirió, y murióa.

21 Abías se hizo poderoso, y tomó para sí catorce mujeres; y engendró a veintidós hijos y dieciséis hijas.

22 Y los demás hechos de Abías, y sus caminos y sus palabras están escritos en la historia1a del profeta Iddob.

Capitulo 14

Reinado de Asa

1Y Abías durmió con sus padres, y lo sepultaron en la ciudad de David, y su hijo Asa reinó en su lugara. Y el país estuvo en paz por diez años durante sus días.

2 1Y Asa hizo lo bueno y lo recto ante los ojos del Señor su Dios,

3 porque quitó los altares extranjeros y los lugares altos, destruyó los pilares sagrados, derribó las Aseras1a,

4 y ordenó a Judá que buscara al Señor, Dios de sus padres y cumpliera la ley y el mandamiento.

5 También quitó los lugares altos y los altares de incienso1a de todas las ciudades de Judá. Y bajo él, el reino estuvo en paz.

6 Y edificó ciudades fortificadas en Judáa, ya que el país estaba en paz y nadie estaba en guerra con él1 durante aquellos años, porque el Señor le había dado tranquilidadb.

7 Dijo, pues, a Judá: Edifiquemos estas ciudades y cerquémoslas de murallas y torres, puertas y barrasa. La tierra es aún nuestra1, porque hemos buscado al Señor nuestro Dios; le hemos buscado, y Él nos ha dado tranquilidad por todas partes. Edificaron, pues, y prosperaron.

8 Asa tenía un ejército de trescientos mil hombres de Judá que llevaban escudos grandes y lanzas, y doscientos ochenta mil de Benjamín que llevaban escudos y usaban arcos; todos ellos valientes guerrerosa.

9 Y salió contra ellos Zera el etíope con un ejército de un millón de hombres y trescientos carrosa, y vino hasta Maresab.

10 Y Asa salió a su encuentro1, y se pusieron en orden de batalla en el valle de Sefata junto a Maresa.

11 Entonces Asa invocó al Señor su Diosa, y dijo: Señor, no hay nadie más que tú para ayudar en la batalla entre el poderoso y los que no tienen fuerza; ayúdanos, oh Señor Dios nuestro, porque en ti nos apoyamosb y en tu nombre hemos venido contra esta multitud. Oh Señor, tú eres nuestro Dios; que no prevalezca hombre alguno contra ti.

12 Y el Señor derrotó1 a los etíopes delante de Asa y delante de Judáa, y los etíopes huyeron.

13 Y Asa y el pueblo que estaba con él los persiguieron hasta Gerara; y cayeron tantos etíopes que no pudieron rehacerse1, porque fueron destrozados delante del Señor y delante de su ejército. Y recogieron muchísimo botín.

14 Destruyeron1 todas las ciudades alrededor de Gerar, porque el terror del Señor había caído sobre ellosa; y saquearon todas las ciudades pues había mucho botín en ellas.

15 También hirieron a los que poseían1 ganado, y se llevaron gran cantidad de ovejas y camellos. Entonces regresaron a Jerusalén.

Capitulo 15

Reformas religiosas de Asa

Y el Espíritu de Dios vino sobrea Azarías, hijo de Oded,

2 y salió al encuentro1 de Asa y le dijo: Oídme, Asa y todo Judá y Benjamín: el Señor estará con vosotrosa mientras vosotros estéis con Él. Y si le buscáis, se dejará encontrar por vosotrosb; pero si le abandonáis, os abandonará.

3 Y por muchos días Israel estuvo sin el Dios verdaderoa, y sin sacerdote que enseñara, y sin leyb.

4 Pero en su angustia se volvieron al Señor, Dios de Israel, y le buscaron, y Él se dejó encontrar por ellosa.

5 Y en aquellos tiempos no había paz para el que salía ni para el que entrabaa, sino muchas tribulaciones sobre todos los habitantes de las tierras.

6 Y era destruida nación por nación, y ciudad por ciudad, porque Dios los afligió con toda clase de adversidadesa.

7 Mas vosotros, esforzaos y no desmayéis1a, porque hay recompensa por vuestra obrab.

8 Y cuando Asa oyó estas palabras y la profecía del profeta Azarías, hijo de Oded1, se animó y quitó los ídolos abominables de toda la tierra de Judá y de Benjamín, y de las ciudades que había conquistado en la región montañosa de Efraína. Entonces restauró el altar del Señor que estaba delante del pórtico del Señorb.

9 Y reunió a todo Judá y Benjamín y a los de Efraín, Manasés y Simeón que residían con ellos, porque muchos de Israel se pasaron a él cuando vieron que el Señor su Dios estaba con éla.

10 Se reunieron, pues, en Jerusalén en el tercer mes del año quince del reinado de Asa.

11 Y aquel día sacrificaron al Señor setecientos bueyes y siete mil ovejas del botín que habían traídoa.

12 E hicieron1 pacto para buscar al Señora, Dios de sus padres, con todo su corazón y con toda su alma;

13 y que todo el que no buscara al Señor, Dios de Israel, moriría, ya fuera pequeño o grande, hombre o mujera.

14 Además, lo juraron al Señor con gran voz, con gritos, con trompetas y con cuernos.

15 Y todo Judá se alegró en cuanto al juramento, porque habían jurado de todo corazón y le habían buscado sinceramente1, y Él se dejó encontrar por ellos. Y el Señor les dio tranquilidad por todas partesa.

16 aY él también depuso a Maaca, su madre1, de ser reina madre, porque ella había hecho una horrible imagen de2 Asera, y Asa derribó la3 horrible imagenb, la hizo pedazosc y la quemó junto al torrente Cedrón.

17 Pero los lugares altos no fueron quitados de Israel; sin embargo, el corazón de Asa fue intachable todos sus días.

18 Y trajo a la casa de Dios las cosas consagradas por su padre y sus propias cosas consagradas: plata, oro y utensilios.

19 Y no hubo más guerra hasta el año treinta y cinco del reinado de Asa.

Capitulo 16

Guerra entre Asa y Baasa

aEn el año treinta y seis del reinado de Asa, subió Baasa, rey de Israel, contra Judá y fortificó1 Ramá para prevenir que nadie saliera o entrara en ayuda de Asa, rey de Judá.

2 Entonces Asa sacó plata y oro de los tesoros de la casa del Señor y de la casa del rey, y los envió a Ben-adad, rey de Aram, que habitaba en Damasco, diciendo:

Haya alianza entre tú y yo, como hubo entre mi padre y tu padre. He aquí, te he enviado plata y oro; ve, rompe tu alianza con Baasa, rey de Israel, para que se aparte de mí.

4 Y escuchó Ben-adad al rey Asa y envió a los jefes de sus ejércitos contra las ciudades de Israel, y conquistaron1 Ijón, Dan, Bel-maim y todas las ciudades de almacenaje2a de Neftalí.

5 Y sucedió que cuando Baasa lo oyó, dejó de fortificar1 Ramá, y abandonó su obra.

6 Entonces el rey Asa trajo a todo Judá, y se llevaron las piedras de Ramá y la madera con que Baasa había estado edificando, y con ellas fortificó1 Geba y Mizpa.

7 En aquel tiempo el vidente Hananía vino a Asa, rey de Judá, y le dijo: …

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