1 Timoteo 6:3–11
Las doctrinas falsas y el amor al dinero
¶3 Si alguno enseña una doctrina diferentea y no se conforma a1 las sanas palabrasb, las de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedadc,
4 está envanecidoa y nada entiende, sino que tiene un interés morboso1 en discusionesb y contiendas de palabrasc, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas,
5 y constantes rencillas entre hombres de mente depravadaa, que están privados de la verdad, que suponen que la piedad1 es un medio de ganancia2b.
6 Pero la piedada, en efecto, es un medio de gran gananciab cuando va acompañada de contentamientoc.
7 Porque nada hemos traído al mundoa, así que1 nada podemos sacar de él.
8 Y si tenemos qué comera y con qué cubrirnos, con eso estaremos contentos.
9 Pero los que quieren enriquecersea caen en tentación y lazob y en muchos deseos necios y dañosos que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición1.
10 Porque la raíz de todos los males es el amor al dineroa, por el cual, codiciándolo algunos, se extraviaron de la feb y se torturaron1 con muchos dolores.
¶11 Pero tú, oh hombre de Diosa, huye de estas cosasb, y sigue la justicia, la piedad, la fec, el amord, la perseverancia y la amabilidad.