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1 Corintios 11:27–32

27 De manera que el que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será culpable del cuerpo y de la sangre del Señora.

28 Por tanto, examínese cada uno1 a sí mismoa, y entonces coma del pan y beba de la copa.

29 Porque el que come y bebe sin discernir correctamente el cuerpo del Señor, come y bebe juicio para sí.

30 Por esta razón hay muchos débiles y enfermos entre vosotros, y muchos duermen1a.

31 Pero si nos juzgáramos a nosotros mismos, no seríamos juzgados.

32 Pero cuando somos juzgados, el Señor nos disciplinaa para que no seamos condenados con el mundob.

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