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1 Corintios 11:17–32

La Cena del Señor

17 Pero al daros estas instrucciones, no os alaboa, porque no os congregáis para lo bueno1, sino para lo malo2.

18 Pues, en primer lugar, oigo que cuando os reunís como iglesia1 hay divisiones2a entre vosotros; y en parte lo creo.

19 Porque es necesario que entre vosotros haya bandosa, a fin de que se manifiesten entre vosotros los que son aprobadosb.

20 Por tanto, cuando os reunís, esto ya no es comer la cena del Señor,

21 porque al comer, cada uno toma primero su propia cena; y uno pasa hambre y otro se embriagaa.

22 ¿Qué? ¿No tenéis casas para comer y beber? ¿O menospreciáis la iglesia de Diosa y avergonzáis a los que nada tienenb? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabaréc.

23 Porque yo recibí del Señor lo mismo que os he enseñado1a: que bel Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan,

24 y después de dar gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo que es1 para vosotros; haced esto en memoria de .

25 De la misma manera tomó también la copa después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pactoa en mi sangreb; haced esto cuantas veces la bebáis en memoria de .

26 Porque todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, la muerte del Señor proclamáis hasta que Él vengaa.

27 De manera que el que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será culpable del cuerpo y de la sangre del Señora.

28 Por tanto, examínese cada uno1 a sí mismoa, y entonces coma del pan y beba de la copa.

29 Porque el que come y bebe sin discernir correctamente el cuerpo del Señor, come y bebe juicio para sí.

30 Por esta razón hay muchos débiles y enfermos entre vosotros, y muchos duermen1a.

31 Pero si nos juzgáramos a nosotros mismos, no seríamos juzgados.

32 Pero cuando somos juzgados, el Señor nos disciplinaa para que no seamos condenados con el mundob.

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