1 Corintios 15:51–57
51 He aquí, os digo un misterioa: no todos dormiremos1, pero todos seremos transformadosb
52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final; pues la trompeta sonaráa y los muertos resucitaránb incorruptibles, y nosotros seremos transformadosc.
53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidada.
54 Pero cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Devorada ha sido la muerte en victoriaa.
55 ¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde, oh sepulcro1, tu aguijóna?
56 El aguijón de la muerte es el pecadoa, y el poder del pecado es la leyb;
57 pero a Dios graciasa, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristob.