Éxodo 18:13–24
¶13 Y aconteció que al día siguiente Moisés se sentó a juzgar al puebloa; y el pueblo estuvo delante de Moisés desde la mañana hasta el atardecer.
14 Cuando el suegro de Moisés vio todo lo que él hacía por el pueblo, dijo: ¿Qué es esto que haces por el pueblo? ¿Por qué juzgas1 tú solo, y todo el pueblo está delante de ti desde la mañana hasta el atardecer?
15 Y respondió Moisés a su suegro: Porque el pueblo viene a mí para consultar a Diosa.
16 Cuando tienen un pleito1a, vienen a mí, y yo juzgo entre uno y otro2, dándoles a conocer los estatutos de Dios y sus leyes.
17 Y el suegro de Moisés le dijo: No está bien lo que haces.
18 Con seguridad desfallecerás tú, y también este pueblo que está contigo, porque el trabajo1 es demasiado pesado para ti; no puedes hacerlo tú soloa.
19 Ahora, escúchame1; yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Sé tú el representante del2 pueblo delante de Dios, y somete los asuntos a Diosa.
20 Y enséñales los estatutos y las leyes, y hazles saber el camino en que deben andara y la obra que han de realizarb.
21 Además, escogerás1 de entre todo el pueblo hombres capaces, temerosos de Diosa, hombres veraces que aborrezcan las ganancias deshonestasb, y los pondrás sobre el pueblo2 como jefes de mil, de3 cien, de3 cincuenta y de3 diezc.
22 Y que juzguen ellos al pueblo en todo tiempo; y que traigan a ti todo pleito grave1, pero que ellos juzguen todo pleito sencillo2a. Así será más fácil para ti, y ellos llevarán la carga contigob.
23 Si haces esto, y Dios te lo manda, tú podrás resistir1 y todo este pueblo por su parte irá en paz a su lugar.
¶24 Moisés escuchó a1 su suegro, e hizo todo lo que él había dicho.