Una de las primeras confesiones cristianas, que Jesús es el Mesías y Señor, ha sido reconocida durante mucho tiempo en todo el Nuevo Testamento. Joshua Jipp muestra que, de hecho, el Nuevo Testamento está construido sobre esta afirmación mesiánica fundamental, y que cada una de sus composiciones principales es una expansión creativa única de este tema común. Bajo este argumento, Jipp trabaja metódicamente a través del Nuevo Testamento para mostrar cómo los autores proclaman a Jesús como el mesías de Dios encarnado, crucificado y entronizado.

En esta edición, Jipp va más allá de la exégesis y va hacia cuestiones teológicas más amplias como las de cristología, soteriología, eclesiología y escatología, revelando el valor práctico de leer la Biblia teniendo en cuenta su visión mesiánica. Esta obra funciona como un excelente texto introductorio que honra el vigoroso pluralismo de los libros del Nuevo Testamento y, al mismo tiempo, aborda la pregunta obvia: ¿qué hace que estas veintisiete composiciones diferentes sean un testamento unificado?