Jesús era un Judío

Arnold G. Fruchtenbaum

Traducido originalmente por Esther Sarfatti y Maribel Cunalata; Revisado posteriormente por Dr. Humberto Gómez Caballero

MINISTERIOS ARIEL

(Ariel Ministries)

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©2012 Ministerios Ariel

ISBN: 978-1-935174-37-0

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©1974 BroadmanPress, Todos los derechos reservados, ISBN: 0-8054-6209-0; Ministerios de Ariel ©1989/2009 ISBN: 9780914863007.

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Portada diseñada por Jesse and Josh Gonzales

Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, son de la Biblia: Reina Valera Gómez, edición 2010. El término griego Cristo (que significa El Ungido) se ha sustituido a lo largo de los Pasajes Bíblicos citados, con la palabra equivalente a Hebreo: Mesías.

Publicado por

Este volumen

está dedicado

con cariño a la

Srta. Ruth M. Wardell

Introducción

La personalidad de Jesús de Nazaret constituye un enigma en la historia judía. Aclamado por millones de personas como Salvador y dador de vida, su nombre se ha utilizado para condenar a los judíos, y también como excusa para quitarles la vida.

Por consiguiente, salvo en algunas referencias en el Talmud y en las leyendas judías, en su mayoría, Jesús ha sido ignorado considerablemente por los judíos. Luego llegó la Iluminación y el renacimiento del nacionalismo judío. Apareció una avalancha de libros acerca de Jesús, publicados por autores judíos, tratando de colocar a Jesús en la historia judía. Algunos incluso lo reclamaron para el judaísmo. Sin embargo, en las últimas dos décadas, est avalanchase ha reducido a prácticamente nada.

Pero al principio de los setentas, la comunidad judía volvió a enfrentarse a la cuestión de Jesús, y algunos judíos, tanto jóvenes como ancianos, comenzaron a aceptarlo y a aclamarlo como su Mesías. Los rabinos se alarmaron y escribieron artículos lamentando que muchos israelitas estaban abandonando al “judaísmo y al pueblo judío”. El Beth Din de Boston decretó que estos judíos creyentes en Jesús ya no podrían ser considerados como judíos y que perderían el derecho a casarse con otros judíos y a ser sepultados en un cementerio judío. Paradójicamente, añadieron que estos mismos convertidos a Jesús estaban obligados, no obstante, a cumplir con la ley judía. Extraña cosa para exigir si ya no eran judíos.

Pronto, todos los periódicos judíos de Estados Unidos y muchos de los seculares empezaron a informar de este nuevo movimiento de judíos para Jesús. Jesús se convirtió en un tema a tratar dentro de la comunidad y de nuevo se debatió acerca de qué lugar tenía Jesús dentro ...