El Dolor de la Pérdida

Cómo Recuperar la Esperanza

Paul David Tripp

El Dolor de la Pérdida fue publicado originalmente en inglés bajo el título Grief.

© 2004 por New Growth Press

A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas han sido tomadas de la versión Reina-Valera 1960 ® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988. Reina-Valera 1960 ® usado con permiso.

© 2018

EB-514

ISBN 978-1-944839-38-3

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El Dolor de la Pérdida

Cómo Recuperar la Esperanza

Nunca olvidaré esos ojos llenos de dolor; tristes, vacíos y distantes. Ella observaba con impotencia mientras la vida de su esposo se desvanecía. Era un buen hombre con poco más de cuarenta años, padre de dos hijos, y comprometido con Cristo, su familia y su ministerio. La muerte de su esposo la llevó a los límites de su fe. ¿Qué beneficio, qué amor, qué significado podría encontrar en la muerte de este joven esposo y padre? ¿Cómo podía Dios permitir que esto sucediese?

Un padre lloraba mientras contaba sobre la escena del accidente donde había visto el cuerpo sin vida de su hija tendido y retorcido sobre el pavimento. Su voz temblaba agitada ante la locura desconcertante de la muerte. Su esposa había llevado a sus tres hijos a la piscina comunitaria para pasar una tarde divertida. Después de nadar, estaban cruzando la calle para llegar al auto. De repente, la hija de tres años soltó la mano de su madre y se lanzó hacia la calle. Un vehículo todoterreno la atropelló y la mató. La vida de esta familia nunca sería la misma.

Miré a mi madre en la cama del hospital; su cuerpo estaba destruido por la edad y la enfermedad. Había sido tan dinámica, tan fuerte, tan viva. Ahora, su cuerpo débil yacía en medio de un enredo de sondas. El zumbido de las máquinas de soporte vital ahogaba su débil respiración. Observamos con impotencia que la muerte se la llevaba, desafiando la tecnología que trataba de mantenerla viva. Sostuvimos su mano sin vida y le quitamos el cabello de la frente. Besamos su mejilla y acomodamos la sábana, como si ella todavía estuviese allí. Simplemente, no sabíamos qué más hacer.

Teníamos tantas charlas pendientes con ella. Pero ya no tendríamos más conversaciones, ni más llamadas telefónicas, ni más visitas… ni más nada. Nos dejó con un almacén de recuerdos tiernos y dolorosos, y una colección de fotografías descoloridas.

La Biblia no está ordenada por temas. No podemos ir a la sección sobre el dolor y recopilar todo lo necesario para los momentos más oscuros de la vida. Sin embargo, la gran historia de la redención de Dios tiene mucho que decir sobre tu historia de sufrimiento. Espero que este librito te ayude a ver cómo encaja tu historia de pérdida en el gran plan de Dios para solucionar todo lo que el pecado resquebrajó con tanta crueldad.