¡Y especialmente a aquellos que andan tras las pervertidas pasiones de la carne, y desprecian toda autoridad!
Estos atrevidos y arrogantes no temen maldecir a las potestades superiores,mientras que los ángeles, que son mayores en fuerza y poder, no pronuncian juicio de maldición contra ellos delante del Señor. Pero éstos, maldiciendo lo que no entienden, como animales irracionales que por naturaleza han sido creados para presa y destrucción, también perecerán en su perdición.
2 Peter 2:10–12