Fiel es esta palabra: Si alguien anhela el obispado, desea buena obra. Entonces es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospitalario, apto para enseñar; no dado al vino; no violento, sino amable; no contencioso ni amante del dinero. Que gobierne bien su casa y tenga a sus hijos en sujeción con toda dignidad. Porque si alguien no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de
1 Timothy 3:1–7