No devolváis mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendecid; pues para esto habéis sido llamados, para que heredéis bendición. Porque:
El que quiere amar la vida
y ver días buenos
refrene su lengua del mal,
y sus labios no hablen engaño.
Apártese del mal y haga el bien.
Busque la paz y sígala.
Porque los ojos del Señor
están sobre los justos,
y sus oídos están atentos
a sus oraciones.
Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.
1 Peter 3:9–5:11