también vosotros sed edificados como piedras vivas en casa espiritual para ser un sacerdocio santo, a fin de ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios por medio de Jesucristo. Por esto contiene la Escritura:
He aquí, pongo en Sion
la Piedra del ángulo,
escogida y preciosa.
Y el que cree en él
jamás será avergonzado.
De manera que, para vosotros que creéis, es de sumo valor; pero para los que no creen:
La piedra que desecharon los edificadores,
ésta fue hecha cabeza
1 Peter 2:5–10