El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él, siendo Señor de cielo y tierra, no habita en templos hechos por manos,
ni es servido por manos humanas, ni tiene necesidad de cosa alguna, pues Él da a todos vida y aliento y todas las cosas;
y de uno hizo todo el linaje de los hombres para que habiten sobre toda la faz de la tierra, prefijándoles el orden de los tiempos y los límites de su habitación,
para que busquen a Dios, por si tal vez, palpando, puedan hallarlo; aunque no está
Acts 17:24–28